Buenas tardes a todos/as.
Hoy ante todo queremos felicitar desde Coalición Canaria a la nueva alcaldesa de la Villa de Firgas, Paola Hernández Marrero.
Hoy queremos resaltar la importancia que tiene este hecho, y no podemos ni debemos pasar por alto un hecho tan relevante.
Nos remontaremos a tiempos pasados para darle la importancia que tiene el día de hoy en nuestra Villa de Firgas. Queremos trasladarnos a uno de los momentos claves en la lucha por la igualdad, el comienzo de los movimientos de mujeres y movimientos feministas, La Revolución Francesa .
Durante la Revolución Francesa (1789 – 1799) las mujeres salieron a la calle a reivindicar su derechos, participando en manifestaciones y en diferentes movimientos revolucionarios, demandando algo que es justo y que es ese momento era impensable, la igualdad sexual.
Uno de los movimientos más destacados fue la salida a la calle de las mujeres parisinas, donde realizaron una marcha hacia Versalles. Como comenta Paule-Marie Duhet, en su obra Las mujeres y la Revolución, una vez que las mujeres habían sentado el precedente de iniciar un movimiento popular armado, no iban a cejar en su afán de no ser retiradas de la vida política. Pronto se formaron clubes de mujeres, en los que plasmaron efectivamente su voluntad de participación. Uno de los más importantes y radicales fue el dirigido por Claire Lecombe y Pauline Léon: la Société Républicaine Révolutionnaire. Impulsadas por su auténtico protagonismo y el reconocimiento público del mismo, otras mujeres como Théroigne de Méricourt no dudaron en defender y ejercer el derecho a formar parte del ejército.
Sin embargo toda está lucha podría haber supuesto un gran éxito, pero lejos de ellos supuso más supresión y penalización hacia la igualdad. Después de tanta lucha, una vez más los ideales patriarcales y machistas hicieron eco de sus intereses. Como medida represiva se cerraron los clubes de mujeres y se prohibió la presencia de mujeres en la vida pública y cualquier actividad política. Todas aquellas mujeres que solo luchaban por lo justo tuvieron que pasar por el mismo destino: la guillotina y el exilio. Las peores predicciones se habían cumplido ampliamente: las mujeres debía seguir en casa y olvidarse de política y de la vida pública.
Además el nuevo código civil napoleónico, se hacía eco de la negación de los derechos de las mujeres, estableciendo legalmente una "ley natural". Según esta ley todas aquellas mujeres luchadoras habían infringido las leyes de la naturaleza traicionando su destino de madres y esposas, queriendo ser "hombres de Estado"
Esta es una de las tantas luchas ejercidas por las mujeres, simplemente para ser consideradas ciudadanas, y no esposas y madres.
Hasta el siglo XIX los protagonistas de la historia eran solo los hombres, no había cabida para las mujeres. Los hombres se encargaban de la vida pública mientras que las mujeres al ámbito privado, no eran mujeres, eran esposas, madres, hijas, y servidoras del hogar.
Existen muchos movimientos en todas partes del mundo, muchas luchas a favor de la igualdad, que esperamos que no sean olvidadas.
Y aunque no podemos analizar todos los movimientos en todo el mundo, sí queremos recordar los primeros pasos en España. Ha sido tan complicada la lucha por la igualdad, que incluso el reconocimiento de la mujer en España ha surgido de un conflicto.
Nos remontaremos a la Primera Guerra Mundial, en España. El hecho de que los hombres tuvieran que salir a combatir en la guerra hizo que las mujeres tuvieran que tomar el papel que habían tomado los hombres hasta ese momento. Las mujeres salieron a trabajar, a desempeñar las funciones hasta ahora realizadas por los hombres. Muchas mujeres supieron lo que era trabajar, la independencia económica y ser sus propias jefas cuando sus maridos, hijos y padres hacían de soldados. Fueron las que trabajaron, mantuvieron la economía los países Europeos, y las que ``sacaron para adelante´´ a sus familias.
La necesidad desplazó los prejuicios, trajo la independencia económica de la mujer y aceleró el sufragio de la mujer.
Por todo esto y muchos más hechos que desgraciadamente no se redactan en los libros de historia, queremos felicitar de corazón la nueva andadura de la primera alcaldesa de la Villa de Firgas. Porque detrás de todo esto, están años de lucha, y de esfuerzo, de millones de mujeres que han luchado para que una mujer esté al frente del poder. Un poder que no es dado, es un poder merecido.
Por toda esta trayectoria y lucha de tantas mujeres, y a nivel personal de Paola Hernández Marrero, muchas felicidades.
Coalición Canaria, a 11 de Junio, de 2011
Hoy ante todo queremos felicitar desde Coalición Canaria a la nueva alcaldesa de la Villa de Firgas, Paola Hernández Marrero.
Hoy queremos resaltar la importancia que tiene este hecho, y no podemos ni debemos pasar por alto un hecho tan relevante.
Nos remontaremos a tiempos pasados para darle la importancia que tiene el día de hoy en nuestra Villa de Firgas. Queremos trasladarnos a uno de los momentos claves en la lucha por la igualdad, el comienzo de los movimientos de mujeres y movimientos feministas, La Revolución Francesa .
Durante la Revolución Francesa (1789 – 1799) las mujeres salieron a la calle a reivindicar su derechos, participando en manifestaciones y en diferentes movimientos revolucionarios, demandando algo que es justo y que es ese momento era impensable, la igualdad sexual.
Uno de los movimientos más destacados fue la salida a la calle de las mujeres parisinas, donde realizaron una marcha hacia Versalles. Como comenta Paule-Marie Duhet, en su obra Las mujeres y la Revolución, una vez que las mujeres habían sentado el precedente de iniciar un movimiento popular armado, no iban a cejar en su afán de no ser retiradas de la vida política. Pronto se formaron clubes de mujeres, en los que plasmaron efectivamente su voluntad de participación. Uno de los más importantes y radicales fue el dirigido por Claire Lecombe y Pauline Léon: la Société Républicaine Révolutionnaire. Impulsadas por su auténtico protagonismo y el reconocimiento público del mismo, otras mujeres como Théroigne de Méricourt no dudaron en defender y ejercer el derecho a formar parte del ejército.
Sin embargo toda está lucha podría haber supuesto un gran éxito, pero lejos de ellos supuso más supresión y penalización hacia la igualdad. Después de tanta lucha, una vez más los ideales patriarcales y machistas hicieron eco de sus intereses. Como medida represiva se cerraron los clubes de mujeres y se prohibió la presencia de mujeres en la vida pública y cualquier actividad política. Todas aquellas mujeres que solo luchaban por lo justo tuvieron que pasar por el mismo destino: la guillotina y el exilio. Las peores predicciones se habían cumplido ampliamente: las mujeres debía seguir en casa y olvidarse de política y de la vida pública.
Además el nuevo código civil napoleónico, se hacía eco de la negación de los derechos de las mujeres, estableciendo legalmente una "ley natural". Según esta ley todas aquellas mujeres luchadoras habían infringido las leyes de la naturaleza traicionando su destino de madres y esposas, queriendo ser "hombres de Estado"
Esta es una de las tantas luchas ejercidas por las mujeres, simplemente para ser consideradas ciudadanas, y no esposas y madres.
Hasta el siglo XIX los protagonistas de la historia eran solo los hombres, no había cabida para las mujeres. Los hombres se encargaban de la vida pública mientras que las mujeres al ámbito privado, no eran mujeres, eran esposas, madres, hijas, y servidoras del hogar.
Existen muchos movimientos en todas partes del mundo, muchas luchas a favor de la igualdad, que esperamos que no sean olvidadas.
Y aunque no podemos analizar todos los movimientos en todo el mundo, sí queremos recordar los primeros pasos en España. Ha sido tan complicada la lucha por la igualdad, que incluso el reconocimiento de la mujer en España ha surgido de un conflicto.
Nos remontaremos a la Primera Guerra Mundial, en España. El hecho de que los hombres tuvieran que salir a combatir en la guerra hizo que las mujeres tuvieran que tomar el papel que habían tomado los hombres hasta ese momento. Las mujeres salieron a trabajar, a desempeñar las funciones hasta ahora realizadas por los hombres. Muchas mujeres supieron lo que era trabajar, la independencia económica y ser sus propias jefas cuando sus maridos, hijos y padres hacían de soldados. Fueron las que trabajaron, mantuvieron la economía los países Europeos, y las que ``sacaron para adelante´´ a sus familias.
La necesidad desplazó los prejuicios, trajo la independencia económica de la mujer y aceleró el sufragio de la mujer.
Por todo esto y muchos más hechos que desgraciadamente no se redactan en los libros de historia, queremos felicitar de corazón la nueva andadura de la primera alcaldesa de la Villa de Firgas. Porque detrás de todo esto, están años de lucha, y de esfuerzo, de millones de mujeres que han luchado para que una mujer esté al frente del poder. Un poder que no es dado, es un poder merecido.
Por toda esta trayectoria y lucha de tantas mujeres, y a nivel personal de Paola Hernández Marrero, muchas felicidades.
Coalición Canaria, a 11 de Junio, de 2011
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